Habiéndose celebrado en noviembre pasado en Glasgow, Escocia, la Cumbre de Cambio Climático y considerando las recientes discusiones en México en materia energética, consideramos que la energía, la economía, el bienestar social y el medio ambiente están íntimamente ligados y para optimizar las sinergias entre estas áreas es posible crear soluciones que reconocen esa interrelación.
Mientras los retos que enfrentamos como sociedad son enormes, estamos esperanzados justo porque hay soluciones que son viables y costeables que pueden asegurar que tengamos un sector energético competitivo, mayor bienestar social, un medio ambiente sano, y un desarrollo y crecimiento económico sostenido.
A continuación, planteamos propuestas puntuales respecto a lo que podemos hacer hoy para construir el futuro que queremos:
I. Reducir emisiones de gas natural en el sector de gas y petróleo. México requiere aplicar de manera efectiva y vigilar adecuadamente el cumplimiento de la regulación vigente en nuestro país para prevenir y controlar las emisiones de metano en el sector de hidrocarburos. Conforme a esta regulación, la cual es una de las más avanzadas del mundo, la industria debe identificar emisiones a lo largo del proceso de extracción, procesamiento y transporte de gas natural y poner en práctica las medidas apropiadas para minimizarlas y evitarlas. Minimizar las pérdidas de gas natural permitirá fortalecer la soberanía energética del país, aumentar la eficiencia de la industria, mitigar el cambio climático y proteger la salud pública y el medio ambiente.
● Soberanía y eficiencia energética: Hoy en día, las emisiones de gas natural de las instalaciones de Nuevo Pemex, una planta de procesamiento de gas natural en el sureste de México, equivalen al 50% del consumo residencial de todo el país. Evitar el desperdicio de gas natural en la industria de hidrocarburos significa una mayor seguridad y eficiencia energética para México.
● Economía: El monitoreo y reducción de la huella de gases de efecto invernadero es una industria creciente y será una fuente de desarrollo de puestos de trabajo para la economía del futuro y de empleos bien remunerados.
● Cambio climático: México tiene metas y compromisos nacionales e internacionales que debe alcanzar, como por ejemplo, llegar al año 2024 con 35% de energías renovables de acuerdo con lo que establece la Ley de Transición Energética.
i. En acuerdo con Canadá y EUA, México se comprometió a reducir sus emisiones de metano del sector hidrocarburos en un 40-45% para el 2025.
ii. Junto con más de 100 naciones, México se sumó oficialmente al Compromiso Global de Metano en el marco de la COP26.
● Beneficios ambientales y a la salud pública: La implementación de las regulaciones federales de metano permite también el control de contaminantes y compuestos tóxicos que afectan de manera directa a la salud de comunidades vecinas y deterioran la calidad del aire en las regiones donde se concentra la industria petrolera en nuestro país.
II. La transición energética avanza y no debemos quedarnos atrás: Por su posición geográfica y orografía, nuestro país tiene capacidades extraordinarias para desarrollar energías limpias en su territorio, lo cual en algunos años, podría satisfacer toda la demanda presente y futura de nuestra población y exportar a otros países. La transición hacia energías limpias puede ser la base para hacer una economía competitiva -incluso en el sur del país- durante las próximas décadas, coadyuvando a la creación de millones de empleos que demandan las nuevas generaciones.
Nuestro país tiene la oportunidad de aprovechar la coyuntura actual para plantear una transición que se enfoque en la justicia climática, la equidad social, la protección a los Derechos Humanos, a un medio ambiente sano, a la salud y a un empleo digno. A continuación presentamos algunos puntos claves que México debería de tomar en consideración para el futuro de todas y todos:
● Tenemos el derecho humano a un medio ambiente sano: La presente generación de mexicanas y mexicanos tiene la obligación histórica de preservar y heredar un medio ambiente sano a las generaciones futuras, tal y como lo dicta la Constitución mexicana. Nuestro país también está obligado internacionalmente a preservarlo, como Estado parte del Acuerdo de París de 2015 y del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe (Acuerdo de Escazú) de 2018, ambos, tratados internacionales ratificados por el Senado.
● Mediciones muestran que México emite el doble de metano de lo que se estima oficialmente: Esto vuelve a México uno de los principales emisores de metano en el mundo. De igual forma, resalta la responsabilidad de mostrar una mayor ambición en la reducción de gases de efecto invernadero. El país tiene el compromiso de presentar en la COP 27 una revisión más ambiciosa y una hoja de ruta clara de sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) a la reducción global de emisiones.
● México puede promover una transición energética gradual hacia las energías renovables tal y como lo están haciendo las economías más dinámicas de América del Norte, Europa, Asia y el Pacífico: Debemos comprometernos con la meta de alcanzar cero emisiones en los primeros años de la segunda mitad de este siglo, de igual forma como ya lo han hecho la casi totalidad de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de la que el país es miembro.
Afortunadamente, México es un país privilegiado en cuanto a su potencial de impulsar las energías renovables. Estamos seguros de que podremos hacer esta transición de una manera eficiente y efectiva para todos los ciudadanos.
Por México, por nuestros hijos y nietos y por nuestro planeta, exhortamos a la sociedad mexicana a trabajar en equipo y en sintonía con nuestros vecinos y socios comerciales de EUA y Canadá para implementar las soluciones que están a nuestro alcance. La calidad de vida de todas las mexicanas y los mexicanos hoy y en el futuro depende de ello.
Environmental Defense Fund / CEMDA
Este escrito se preparó con la asesoría del Embajador Miguel Ruiz Cabañas Izquierdo.
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