
Las niñas y los niños celebran hoy su día y en el CEMDA nos sumamos a ellos luchando, como todo el año, por sus derechos ambientales, que son la clave para todos los demás. Sin un medio ambiente sano, sin acceso a áreas verdes y azules, sin agua y sin alimentos sanos, la infancia no verá cumplidas sus garantías individuales.
Los derechos de las niñas y los niños están expuestos con mucha claridad, a nivel internacional, en la Convención sobre los derechos del niño de la Organización de las Naciones Unidas. Ahí se establece, por ejemplo, que los niños tienen derecho a la vida y que los Estados parte deberán velar por su supervivencia y desarrollo. También se reconocen los derechos de la infancia al nivel más alto de salud y al descanso, al juego y al esparcimiento.
En México, por otra parte, la Ley general de los derechos de niñas, niños y adolescentes reconoce, entre otros, el derecho a un desarrollo integral y, en lo que toca al derecho a la salud, mandata a las autoridades a garantizar la higiene y el saneamiento ambiental. Esto se suma a lo que marca el artículo 4 de la Constitución, que ya reconoce el derecho de todos a un medio ambiente sano.
La piedra de toque del cumplimiento de todas estas garantías está en la construcción de una nueva relación con el medio ambiente y con la restauración del planeta. Solamente si reverdecemos las ciudades y garantizamos la sanidad y la seguridad en el campo y en las costas podrán las niñas y los niños tener una vida sana y contar con espacios para descansar y jugar. Si garantizamos la higiene y el saneamiento ambiental, si aseguramos que el aire que respiramos y el agua que bebemos están limpios entonces podremos brindar a los niños un entorno realmente sano para crecer y vivir.
¡Por eso este día del niño es día de celebrar y de jugar, de luchar por el planeta y de luchar por las infancias!