
- Organizaciones ambientales llaman a atender a las comunidades afectadas.
- En Puebla y Veracruz, se suman a los daños de las lluvias, los provocados a la infraestructura petrolera incluyendo la explosión y el derrame de un ducto.
- Falta valorar las afectaciones asociadas a pozos de extracción con fracking y convencionales, ya que pueden convertirse en nuevos riesgos para la población y el entorno.
Las lluvias torrenciales que han afectado a Veracruz, Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí y Querétaro durante los últimos días no son un fenómeno aislado. Son la expresión de una crisis climática que azota cada vez con más dureza a nuestro país. A estos impactos se suma la vulnerabilidad de los territorios en los que se lleva a cabo la extracción, procesamiento y transporte de combustibles fósiles.
Mientras miles de familias pierden sus hogares, cultivos y medios de vida, las autoridades omiten reconocer que esta emergencia es provocada por la crisis climática y que guarda una relación con la extracción y quema de combustibles fósiles. A consecuencia de las inundaciones en la Sierra Norte de Puebla, se documentó la explosión de un ducto y el derrame de hidrocarburo en el Río San Marcos, profundizando la emergencia ambiental y de salud pública. El siniestro ocurrió detrás del Hospital Villa Ávila Camacho en La Ceiba, el cual ya había sido afectado por las inundaciones. Este caso pone de manifiesto la gravedad de las crisis acumuladas que enfrentan estas comunidades de la región.
Sumado a ello, en Veracruz y Puebla, centros históricos de la industria petrolera y del fracking, las afectaciones son más severas, ya que se superponen a décadas de degradación ambiental y abandono institucional. Las autoridades deben evaluar con premura las implicaciones de este desastre de clima extremo en infraestructura que puede derivar en nuevos derrames o explosiones en territorios ya impactados.
Hoy, la prioridad debe ser atender a las personas afectadas y garantizar que la reconstrucción no repita los errores del pasado. El Gobierno de México debe reconocer que el acompañamiento a las víctimas de los desastres de clima extremo requiere forzosamente el abandono de la extracción de hidrocarburos. Continuar apostando por el petróleo y el gas no solo perpetúa la crisis ambiental, sino que garantiza que tragedias como esta se repitan y se agraven.
En medio de esta emergencia, convocamos a la ciudadanía a solidarizarse con las familias afectadas. Se pueden realizar donaciones y entrega de víveres en los centros de acopio habilitados en todo el país. Consulta los medios oficiales de la Cruz Roja Mexicana para más información.
Organizaciones firmantes:
Alianza Mexicana contra el Fracking
Asamblea Ecologista Popular
BCSicletos
CartoCrítica, A.C.
Centro de Investigación y Capacitación Rural (CEDICAR)
Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA)
Comité Ecológico Integral (CEI)
Conexiones Climáticas
Coordinadora Regional de Acción Solidaria en Defensa del Territorio Huasteca Totonacapan
(Corasón)
Decrecimientos Mx
Defensa Ambiental del Noroeste
#EsGasFósil
Greenpeace México
Nuestro Futuro
Planeteando
Organización Familia Pasta de Conchos