● Invita el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. a Claudia Sheinbaum Pardo a recomponer la relación entre sociedad civil medioambiental y el gobierno, abriendo el diálogo y los canales de colaboración.

● La defensa y protección del medio ambiente, así como enfrentar la emergencia climática deben estar en el centro de la agenda del próximo gobierno federal.

Tras las elecciones del pasado 2 de junio, México ha entrado en una nueva etapa política con el triunfo de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, quien será la primera mujer en ocupar la presidencia de la República. 

La llegada a la presidencia de una persona con formación científica -con alta especialización en temas medioambientales y quien participó en el Grupo de Trabajo número III del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) de la ONU-, abre una oportunidad histórica de subsanar las enormes deudas que en política ambiental se han acumulado durante décadas en nuestro país y también de actuar desde hoy para garantizar un futuro sustentable y con perspectiva de género para México.

Este 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, es una ocasión inmejorable  para recordar que nuestro país debe seguir avanzando en términos de prosperidad y bienestar para todas las personas que habitamos en él. Para que ello sea posible, no podemos seguir pretendiendo que la emergencia climática no está aquí, impactando de forma negativa la vida de millones de mexicanas y mexicanos. Debemos actuar ya, con compromiso, seriedad, y afán incluyente en favor de las generaciones presentes y futuras.

 

Es momento de que el tema ambiental se coloque en el centro de las prioridades nacionales y sea transversal a la planeación y ejecución de las políticas públicas del país. La creación de empleos, la construcción de infraestructura, el desarrollo económico, las inversiones y demás temas relacionados con la búsqueda de progreso para el país, deben partir del reconocimiento de que la protección del medio ambiente, de la tierra y el territorio, así como de las personas que cuidan de ellos, son el punto de partida desde el cual planear y diseñar la ruta para el próximo sexenio.

El Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA) elaboró un Decálogo de prioridades ambientales que entregó al equipo de campaña de la candidata Sheinbaum. En él, se plantea la urgencia de resolver temas urgentes como: expedir la Ley General de Aguas Nacionales con enfoque de derechos humanos; otorgar recursos suficientes para las Áreas Naturales Protegidas (ANP); frenar la pérdida de biodiversidad y buscar ecosistemas saludables siguiendo, entre otras cosas, la Estrategia Nacional sobre la Biodiversidad; establecer como un eje transversal a todas las políticas públicas el enfoque de cambio climático, priorizando la transición energética justa hacia fuentes renovables; garantizar el acceso a la justicia ambiental en los procedimientos ante autoridades administrativas y juzgadores; hacer valer la Evaluación de Impacto Ambiental como herramienta para la prevención y mitigación de las obras y proyectos; consolidar el acceso a la información, a la participación y a la justicia ambiental; garantizar un entorno seguro para las personas y comunidades que defienden el medio ambiente; transitar hacia una economía circular, así como garantizar la preservación y aprovechamiento sostenible de nuestros mares y costas, cuidando el bienestar de los hombres y mujeres del sector pesquero y acuícola.

Igualmente, habrán de atenderse, entre otros aspectos, todo lo relacionado con el manejo adecuado de los residuos sólidos y los residuos peligrosos; la muy alta contaminación que sufren en el país los cuerpos de agua; la mala calidad del aire en muchas ciudades del país; la prevención de los incendios forestales; la necesidad de contar con una norma oficial mexicana sobre olores; la prevención de impactos ambientales de la actividad minera y poner en orden la minería ilegal; el contar con un transporte público ambientalmente amigable, hacer cumplir de manera efectiva la legislación ambiental y, fomentar una sustentabilidad en la que haya lugar al mismo tiempo para el desarrollo, la inversión, el crecimiento, la creación de empleos, con el cuidado y respeto a nuestro entorno natural del cual todos dependemos.  

Hacer realidad las medidas que proponemos implica también recomponer y fortalecer a  las instituciones responsables de la defensa y protección del medio ambiente como son la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), entre otros.

Implica también reorientar las prioridades en materia presupuestal para asignar recursos suficientes y personal competente para que las dependencias mencionadas puedan cumplir efectivamente con sus obligaciones, así como para fortalecer los fideicomisos y apartados como el Anexo 16 del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), los cuales fueron concebidos para mitigación y adaptación a la emergencia climática. 

Es tiempo de renovadas esperanzas. Desde el CEMDA hacemos votos porque se abran nuevamente las vías del diálogo, la comunicación y la cooperación con el nuevo gobierno, particularmente con quienes estarán al frente de las dependencias relacionadas con el medio ambiente. En ese sentido, hacemos un respetuoso llamado para que dichos puestos sean ocupados por personas con probada formación, experiencia y capacidad en estos temas. 

Desde la sociedad civil, el CEMDA reitera, como lo ha hecho cada seis años,  su voluntad de colaboración, trabajo conjunto y apertura para contribuir desde nuestra arena a que México detenga la degradación ambiental y las personas defensoras del medio ambiente encuentren en nuestro país un espacio seguro para la esencial labor que desempeñan.