
La noticia es espectacular: en la primera mitad de 2025 se produjo más electricidad con energías renovables que con carbón. No sólo eso, sino que el uso de carbón disminuyó ligeramente, mientras que la capacidad de generación con fuentes limpias aumentó enormemente, según un informe del centro de investigación Ember.
Además, el paso al que aumenta la capacidad de generación con renovables —sobre todo la eólica y la solar— superó por primera vez al incremento en la demanda energética, lo que significa que las fuentes limpias van ganándole terreno a las exigencias del mercado. En gran medida, los avances se dieron gracias a China, donde se redujo el uso de combustibles fósiles, aunque éste aumentó en la Unión Europea y, sobre todo, en Estados Unidos.
Estas buenas noticias deberían darnos nuevas energías para redoblar nuestros esfuerzos en tres aspectos clave: la reducción de la demanda, la transformación de la matriz energética y la justicia social y el respeto por el entorno natural en ambos procesos.
Sabemos ya que no se puede crecer al infinito con un planeta que sí es finito, y eso es cierto también para las renovables. La huella material de las instalaciones de generación está lejos de ser insignificante, porque se requieren metales para construir los molinos, minerales para hacer los paneles, espacios para colocarlos. Aunque es muy buena noticia que aumente la generación con esas fuentes, tenemos que reducir también la cantidad de energía que requerimos.
Tenemos también, claro, que seguir avanzando contra el uso de combustibles fósiles y en favor de las energías renovables. Es una gran noticia que haya más plantas solares y eólicas, pero este proceso tiene que acompañarse con la reducción de la extracción y quema de petróleo, de gas y de carbón.
Por otra parte, la instalación de los parques de generación eólica y solar no puede hacerse ni sacrificando la biodiversidad ni desplazando a las personas. La investigadora Karen Hudlet advirtió en un estudio que publicó el Centro de Información sobre Empresas y Derechos Humanos de que se registraba una nueva “(in)justicia energética” porque las nuevas instalaciones generadoras se construían sacrificando a las comunidades locales. También se ha visto en los últimos años cómo los grandes parques se instalan a costa de las selvas y los ecosistemas naturales, y eso no debe ocurrir.
La estupenda noticia que nos trajo Ember debe ser un nuevo acicate para acelerar el paso, para vencer al cambio climático, para construir un mundo mejor para todas las personas, con justicia y respeto por la naturaleza.