El Fondo Verde y el futuro de la COP17

Boletín 3.

Sandra Guzmán, CEMDA

Los Acuerdos de Cancún aprobados por la mayor parte de los países durante la COP16, -siendo Bolivia el único país que no se sumo a su mandato-, plasmaron como uno de los objetivos centrales, la constitución del Fondo Verde del Clima cuyo diseño debió ser elaborado por un Comité de Transición que se reunió tres veces durante el año 2011. La primera reunión celebrada en México, aunque de manera tardía, avanzó en el establecimiento de una agenda de trabajo; Ginebra, Suiza, sede de la segunda reunión que no dejó claro un escenario en materia de acuerdos, pero presentó avances de los cuatro grupos de trabajo   que se constituyeron para darle forma al fondo, y finalmente Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en donde tras largos talleres de intercambio en donde se logró incorporar la visión de la sociedad civil y del sector privado, se logró consolidar un texto que si bien no es perfecto, cumple con las características necesarias para arrancar la operacionalización del Fondo.

No obstante lo anterior, Estados Unidos y Arabia Saudita se opusieron a su aprobación en la última reunión, argumentando carencias en el diseño y en la definición de temas esenciales, aunque todos saben que es Estados Unidos quien desea trasladar la discusión de financiamiento a otras esferas de trabajo como el G20. Lo anterior provocó que el texto llegará a la negociación de la COP17 sin un acuerdo previo y con esto la probabilidad de que el texto se abra a una nueva negociación, lo que para muchos sería un suicidio para el   Fondo. Esto porque como lo señaló el representante de Singapur “significaría abrir la caja de Pandora”, y con ella todos los intereses y discusiones que volverían a empezar de nuevo.

El avance del Fondo significa la culminación de unos de los temas más relevantes para Durban, y si bien no es el único, es sin lugar a dudas uno de los más alentadores, de modo que no llegar a su aprobación se perdería el acuerdo más prometedor que ha mantenido la fe en la COP17.

Además de Estados Unidos y Arabia Saudita, otros países como Nigeria, Egipto  y los pertenecientes al grupo de la Alianza Bolivariana para las Américas expresaron preocupaciones sobre   ambigüedades en el contenido del texto, especialmente sobre la personalidad legal del Fondo, el conflicto de interés con la entidad Fiduciaria del Fondo -pues es el Banco Mundial el que ha sido invitado a tomar esa posición-, la participación y facilidades que tiene el sector privado, y otras que de acuerdo a Venezuela, ponen en riesgo a todos los países en desarrollo.

Así termina el día, con un ambiente de incertidumbre, pues la nueva Presidenta de la COP, Ministra de Relaciones Exteriores de Sudáfrica, cerró señalando que se darán consultas sobre el tema, pero no se dijo con claridad cual será el esquema de trabajo, o si la decisión será abrir o no dicho texto para una nueva negociación.

México como país Co-Presidente del Comité de Transición manifestó su apoyo a mantener y aprobar el documento tal cual está, pues aseguró que no habrá tiempo de llegar a acuerdos, si el texto se abre de nuevo.

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