A pesar de que desde el 2011 la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) inició la actualización de la Norma Oficial Mexicana NOM-044-SEMARNAT-2006 -la cual establece los límites máximos permisibles de emisión de hidrocarburos totales, hidrocarburos no metano, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, partículas y opacidad de humo provenientes del escape de motores nuevos que usan diesel como combustible-, ésta sigue pendiente de publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

Desde 2010, México ha invertido alrededor de 3 mil 660 millones de pesos en refinación de combustibles entre los que se encuentran el Diesel y Gasolinas de Ultra Bajo Azufre (UBA)[1]. En años anteriores, Petróleos Mexicanos (Pemex) anunció también que invertiría alrededor de 3 mil 400 millones de dólares más para la reconfiguración de las refinerías a fin de poder producir combustibles limpios en el país. Asimismo, el año pasado se aprobó una Norma emergente (NOM-EM-005-CRE-2015) que asegura el abasto de gasolinas de UBA, así como Diesel (UBA) de 15 ppm de diesel en once corredores, así como en las principales zonas metropolitanas y fronterizas del norte del país.

Todos estos recursos que desde hace cinco años han provenido del erario público, se han invertido para contar con combustibles limpios. Aunque la industria puede proveer los vehículos más limpios, vehículos que hoy son exportados a EUA y Canadá, en México no se venden por la ausencia de una Norma actualizada. Los vehículos con estándares (EPA10 y EURO VI), reducen la contaminación hasta en un 95%, eliminando los contaminantes que se sabe dañan la salud humana y provocan muertes prematuras, cáncer de pulmón, asma, ataques al corazón.

El Programa de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente (PNUMA) asegura que más del 90% de la contaminación del aire en las ciudades es producida por las emisiones vehiculares. Asimismo, el costo por la degradación atmosférica en el 2014 representó el 5.3 % del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

Seguir postergando la publicación de la NOM 044, está generando grandes perjuicios ambientales, resta competitividad y deteriora la calidad de vida de los mexicanos -especialmente en los grupos poblacionales de mayor vulnerabilidad como niñas y niños, mujeres embarazadas y adultos mayores- quienes seguimos respirando altas concentraciones de contaminantes provenientes de vehículos automotores que no cuentan con las mejores tecnologías.

Por todo lo anterior, las organizaciones firmantes pedimos a la Semarnat se apruebe y publique lo más pronto posible el anteproyecto de NOM de la 044. Esto representaría un compromiso del gobierno por garantizar nuestro derecho a un medio ambiente sano como lo establece el artículo 1⁰ de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

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