La vida está por los suelos: ¡hoy es el día de redoblar su defensa!

Suele pensarse que la vida es lo que camina sobre el suelo, pero en realidad los suelos mismos están vivos y son parte del entramado de criaturas que anima la tierra, la envuelve y la recorre. Ese sustrato ocre, negro, rojizo y de mil colores es atravesado por criaturas de todos los tipos, desde bacterias hasta topos, pasando por las lombrices, los arácnidos y un montón de invertebrados. Entre todos digieren lo que el mundo al aire libre vierte sobre ellos, lo incorporan a su mundo subterráneo y con él alimentan la vida de todos. A pesar de todo eso, de todo el bien que hacen, los humanos erosionamos los suelos, los agotamos y los matamos.

En México dos terceras partes de los suelos están degradados y han perdido tanto profundidad como complejidad y vida. Esto ha llevado a que se pierda productividad agrícola y a que se más difícil mantener las economías agropecuarias, combatir el hambre en el país y mantener sana la biodiversidad. Esta situación, sin embargo, está lejos de ser irremediable, pero debemos actuar con premura.

Los suelos pueden restaurarse si se les pone trabajo, se respetan sus ciclos y se mantienen y protegen sus propias dinámicas. Pueden adoptarse prácticas agrícolas que mantengan un equilibrio entre los nutrientes que toman las plantas y los que liberan —el frijol, por ejemplo, puede ser un estupendo balance para el maíz—; puede producirse composta con los productos orgánicos que consumimos —una fruta o una verdura, después de todo, no son sino suelo combinado con agua y aire y convertido en planta—; puede instalarse infraestructura muy sencilla para impedir que el viento y las corrientes se lleven lo más rico que tiene —con trazar los surcos en curvas a nivel y con una ligera contrapendiente se pueden lograr muchas cosas—.

Todo esto, sin embargo, implica hacer un trabajo y tomar la decisión de recuperar el entorno natural en el que vivimos. Hoy que es Día Mundial de los Suelos es una gran oportunidad para emprender esa tarea.